Ruta 9 (82Km) : Beasain - Alegi - Orendain - Larraitz - Zaldibia - Lazkaomendi - Olaberria - Segura - Zerain - Aztiria - Legazpi - Gabiria - Ormaiztegi - Beasain
Una vuelta por Goierri, disfrutando del paisaje y sus puertos. Esta ruta tiene dos cosas buenas, que cualquier época del año es buena para realizarla ya que en cada estación podremos disfrutar los matices que nos ofrece su flora y fauna y que en el caso de que nos parezca excesiva la dureza del recorrido podemos adecuarla saltándonos alguna ascensión para hacerla más llevadera.
Una de las carreteras más transitadas por ciclistas será nuestra primera compañera, por lo suave de su perfil es muy utilizada tanto por los noveles como por los que entrenan. Es probable que nos encontremos con algún trenecito de ciclistas y si se adecua a nuestra marcha podemos "subir a él", esto hará que la llegada hasta Alegi sea más amena y que entremos en calor casi sin darnos cuenta. Seguramente la grupeta continuará, bien hacia Amezketa o seguirá hacia Tolosa; nosotros tomaremos el primer cruce a la derecha nada más pasar el centro de salud y justo después de cruzar el puente volveremos a girar a la derecha para comenzar la subida hacia Orendain y su continuación hasta Larraitz.
Esta subida tiene de todo: curvas de herradura, repechos, descansos, sombras y unas vistas del valle fantásticas. La subida debe tomarse con calma en la primera parte ya que no será el primero que paga el sobreesfuerzo en su segunda y tercera parte. Si no nos hemos cebado en esta parte podemos aumentar un poco el ritmo en la segunda que es de un desnivel continuado hasta llegar al cruce de Orendain. En este tramo, desprovisto de arboleda, podremos comenzar a apreciar el nivel de panorámica que nos espera más adelante. Si os apetece podéis llegar hasta Orendain tocar pared en la iglesia y volver a bajar hasta el cruce para continuar hacia Abaltzisketa.
Este tramo está recién asfaltado y eso permite un rodar más cómodo. Cuando alcancemos las praderas de su parte alta veremos la sierra de Aralar, los aerogeneradores de Navarra, el monte Murumendi y Usurbe, la sierra de Aitzkorri, Atxurbi y mucho más. Nada más pasar el centro de Abaltzisketa quizá sea conveniente quitar el plato grande (que seguramente llevemos desde que comenzamos la bajada) ya que nos aguarda el repecho más duro de esta primera subida.
Larraitz, la puerta de entrada a Aralar y la subida más utilizada para alcanzar la cima de Txindoki. Parque de recreo de muchos goierritarras y tolosarras que prefieren el monte a la playa para tomar el sol y pasar un día de asueto. El descenso hacia Zaldibia no entraña mayor problema y fácilmente se pueden superar los 70 km/h. Al acercarnos a Zaldibia tenemos que estar atentos para no pasarnos la entrada al pueblo ya que con la variante es fácil pasar de largo. Tomando la carretera que conduce hacia Arkaka (en cuyo embalse se ha abierto una escuela de pesca), tomaremos una pista que desciende a su derecha nada más parar los edificios y justo después de cruzar el puente nos enfrentaremos al muro de la jornada. Esta subida hará que metamos todo el desarrollo e incluso que pidamos más. Con calma desde abajo y sin dejar de pedalear lograremos superarla, aunque todavía nos restarán un par de kilómetros hasta alcanzar Lazkaomendi.
Lazkaomendi, verde y blanco. Verdes sus pastos y blanca la leche de sus vaquitas. Bajaremos hacia Lazkao para enlazar la siguiente subida. Una subida exigente, que nos recuerda que Goierri es así, subes y bajas y vuelta a subir. En Olaberria veremos unas cuantas casas dignas de catálogo y el pronunciado descenso no llevará hacia el poblado (núcleo urbano, creado por el empresario José María Aristrain para dar morada a aquellos trabajadores de su acería que así quisieran) es probable que en la bajada escuchemos el sonido de motores de combustión, estos sonidos provienen del karting Olaberria.
Unos kilómetros para rodar y soltar piernas hasta llegar a Idiazabal, y volvemos con los sube y baja hasta llegar a Segura. Con la tralla que se lleva en las piernas y sabiendo que quedan tres subidas más mejor será dejar la visita a Segura para otro día y utilizar la variante que nos llevará hasta el cruce de Zerain. Subida de poco más de dos kilómetros; para junto al Ostatu y aprovechar para ver la panorámica desde este balcón. Una breve bajada para comenzar la ascensión a Aztiria que con la cantidad de subidas que llevamos encima puede resultar dura. Una recomendación/invitación, nada más pasar el kilómetro seis y medio de la subida, deteneros para llenaros con la belleza del entorno. Es el mirador que yo sitúo en pasando los pinos. Un kilómetro más adelante la subida se suaviza y remontamos la loma con menos esfuerzo.
La última subida que afrontamos en esta ruta, es de regalo. Su punto más duro está al principio, 50 m nada más entrar en el cruce que se sitúa antes de llegar al puente del ferrocarril. La subida, protegida por un frondoso bosque, fluctúa entre el 2 y 3% de desnivel. pudiendo ver a la izquierda la villa de Legazpi en toda su dimensión. Coronando junto al caserío Atagoiti, un descenso de más o menos quince minutos nos llevará hasta Ormaiztegi pasando bajo el puente de hierro diseñado por la escuela Eiffel.
4 kilómetros nos restan para cerrar el círculo a esta ruta redonda, en la que Txindoki ha sido testigo de nuestro caminar. Nuestros ojos notarios de la belleza vista. Nuestro organismo el gran motor que nos ha permitido culminar esta ruta. Y nuestro corazón hechido nos dice ¡cómo me gusta el ciclismo!
Una vuelta por Goierri, disfrutando del paisaje y sus puertos. Esta ruta tiene dos cosas buenas, que cualquier época del año es buena para realizarla ya que en cada estación podremos disfrutar los matices que nos ofrece su flora y fauna y que en el caso de que nos parezca excesiva la dureza del recorrido podemos adecuarla saltándonos alguna ascensión para hacerla más llevadera.
Una de las carreteras más transitadas por ciclistas será nuestra primera compañera, por lo suave de su perfil es muy utilizada tanto por los noveles como por los que entrenan. Es probable que nos encontremos con algún trenecito de ciclistas y si se adecua a nuestra marcha podemos "subir a él", esto hará que la llegada hasta Alegi sea más amena y que entremos en calor casi sin darnos cuenta. Seguramente la grupeta continuará, bien hacia Amezketa o seguirá hacia Tolosa; nosotros tomaremos el primer cruce a la derecha nada más pasar el centro de salud y justo después de cruzar el puente volveremos a girar a la derecha para comenzar la subida hacia Orendain y su continuación hasta Larraitz.
Esta subida tiene de todo: curvas de herradura, repechos, descansos, sombras y unas vistas del valle fantásticas. La subida debe tomarse con calma en la primera parte ya que no será el primero que paga el sobreesfuerzo en su segunda y tercera parte. Si no nos hemos cebado en esta parte podemos aumentar un poco el ritmo en la segunda que es de un desnivel continuado hasta llegar al cruce de Orendain. En este tramo, desprovisto de arboleda, podremos comenzar a apreciar el nivel de panorámica que nos espera más adelante. Si os apetece podéis llegar hasta Orendain tocar pared en la iglesia y volver a bajar hasta el cruce para continuar hacia Abaltzisketa.
Este tramo está recién asfaltado y eso permite un rodar más cómodo. Cuando alcancemos las praderas de su parte alta veremos la sierra de Aralar, los aerogeneradores de Navarra, el monte Murumendi y Usurbe, la sierra de Aitzkorri, Atxurbi y mucho más. Nada más pasar el centro de Abaltzisketa quizá sea conveniente quitar el plato grande (que seguramente llevemos desde que comenzamos la bajada) ya que nos aguarda el repecho más duro de esta primera subida.
Larraitz, la puerta de entrada a Aralar y la subida más utilizada para alcanzar la cima de Txindoki. Parque de recreo de muchos goierritarras y tolosarras que prefieren el monte a la playa para tomar el sol y pasar un día de asueto. El descenso hacia Zaldibia no entraña mayor problema y fácilmente se pueden superar los 70 km/h. Al acercarnos a Zaldibia tenemos que estar atentos para no pasarnos la entrada al pueblo ya que con la variante es fácil pasar de largo. Tomando la carretera que conduce hacia Arkaka (en cuyo embalse se ha abierto una escuela de pesca), tomaremos una pista que desciende a su derecha nada más parar los edificios y justo después de cruzar el puente nos enfrentaremos al muro de la jornada. Esta subida hará que metamos todo el desarrollo e incluso que pidamos más. Con calma desde abajo y sin dejar de pedalear lograremos superarla, aunque todavía nos restarán un par de kilómetros hasta alcanzar Lazkaomendi.
Lazkaomendi, verde y blanco. Verdes sus pastos y blanca la leche de sus vaquitas. Bajaremos hacia Lazkao para enlazar la siguiente subida. Una subida exigente, que nos recuerda que Goierri es así, subes y bajas y vuelta a subir. En Olaberria veremos unas cuantas casas dignas de catálogo y el pronunciado descenso no llevará hacia el poblado (núcleo urbano, creado por el empresario José María Aristrain para dar morada a aquellos trabajadores de su acería que así quisieran) es probable que en la bajada escuchemos el sonido de motores de combustión, estos sonidos provienen del karting Olaberria.
Unos kilómetros para rodar y soltar piernas hasta llegar a Idiazabal, y volvemos con los sube y baja hasta llegar a Segura. Con la tralla que se lleva en las piernas y sabiendo que quedan tres subidas más mejor será dejar la visita a Segura para otro día y utilizar la variante que nos llevará hasta el cruce de Zerain. Subida de poco más de dos kilómetros; para junto al Ostatu y aprovechar para ver la panorámica desde este balcón. Una breve bajada para comenzar la ascensión a Aztiria que con la cantidad de subidas que llevamos encima puede resultar dura. Una recomendación/invitación, nada más pasar el kilómetro seis y medio de la subida, deteneros para llenaros con la belleza del entorno. Es el mirador que yo sitúo en pasando los pinos. Un kilómetro más adelante la subida se suaviza y remontamos la loma con menos esfuerzo.
La última subida que afrontamos en esta ruta, es de regalo. Su punto más duro está al principio, 50 m nada más entrar en el cruce que se sitúa antes de llegar al puente del ferrocarril. La subida, protegida por un frondoso bosque, fluctúa entre el 2 y 3% de desnivel. pudiendo ver a la izquierda la villa de Legazpi en toda su dimensión. Coronando junto al caserío Atagoiti, un descenso de más o menos quince minutos nos llevará hasta Ormaiztegi pasando bajo el puente de hierro diseñado por la escuela Eiffel.
4 kilómetros nos restan para cerrar el círculo a esta ruta redonda, en la que Txindoki ha sido testigo de nuestro caminar. Nuestros ojos notarios de la belleza vista. Nuestro organismo el gran motor que nos ha permitido culminar esta ruta. Y nuestro corazón hechido nos dice ¡cómo me gusta el ciclismo!
2 comentarios:
¿Para cuando una ruta que atraviese la cuna del ciclismo en Euskadi?
Antes tengo que obtener los permisos oportunos.
Publicar un comentario