Ruta 7 (163Km) : Beasain - Ataun - Lizarrusti - Etxarri-Aranatz - Lizarraga - Lizarra - Urbasa - Olazti - Altsasu - Otzaurte - Zegama - Segura - Idiazabal- Beasain
Cambiamos de rumbo, Gipuzkoa y Nafarroa unidas en esta ruta. Una de las que más ilusión me hacen porque ninguna vez es igual a la anterior.
Salimos de Beasain con dirección Lazkao, resulta interesante pasar por el pueblo para ver su parte antigua y el monumento homenaje a Lazkao Txiki (bertsolari). Desde que salimos del pueblo la carretera va picando hacia arriba. Cruzar todo Ataun nos va a llevar un buen rato, al menos el entorno es agradable, y será al cruzar el puente cuando comience la ascención al puerto de Lizarrusti. Robles y hayas, castaños y cómo no fresnos nos darán sombra en la zigzagueante subida. Si coincide con la temporada, encontraremos muchos seteros por el camino y podremos ver saltos de agua y regatas que encauzan las salvajes aguas.
En el alto, se sitúa el centro de interpretación del parque natural de Enerio-Aralar, referencia para guiarse en varias de las rutas. Después de una breve bajada comienzan las rectas que nos llevarán hasta Etxarri-Aranatz desde donde disfrutaremos de una vista singular de San Donato (Beriain) y a su derecha la subida que ahora nos espera, el puerto de Lizarraga.
Al tratarse de un paso único, se encuentra bastante tráfico en sus rampas (tanto pesado como ligero). Por tanto, conviene elegir muy bien el día para realizar la ruta. La sorpresa nos espera en su parte alta, un tunel escavado en la roca que carece de iluminación artificial. Eso no es todo, al final de tunel, donde la luz nos llama entraremos en la sierra de Urbasa-Andia. Estamos a más de mil mentros de altitud y descubrimos un altiplano que desde abajo ni se llega a imaginar. Ahora, lo bordearemos para volver a él en su entrada occidental. El descenso hasta Lizarra (Estella) es fácil, hasta cuenta con un repecho en Abarzuza de esos que no puntúan pero que sí notan las piernas.
Tomaremos rumbo hacia Urbasa; el terreno de transición se hace un poco pesado hasta llegar a Zudaire punto en el que arranca la subida al puerto. Debemos haber comido y bebido anteriormente, hay que ser conscientes de que la subida puede resultar dura si no hemos hecho bien los deberes. Casi hasta llegar al alto no encontraremos ninguna fuente por lo que deberemos llevar agua antes de comenzar la ascensión. Cuando crucemos el primer paso canadiense entraremos en otro mundo. Urbasa es majestuoso, rico en ganado, bosques y conservación. Una recomendación, si tenéis en qué llevarlo comprar un queso (en caso contrario, deteneros para llevarlo puesto), el queso de oveja latxa de Urbasa es sublime y más si lo degustamos in situ. Los jóvenes que regentan el bar que se encuentra a mitad de camino entre puertas son de trato agradable y gustosamente os atenderán.
Cerca de la salida se encuentra el camping, integrado en el paisaje y difícilmente visible desde otro punto de la sierra. Un entorno de pastoreo de temporada, de montañeros, de campistas, de turistas y de amantes de la naturaleza. Digno de visitar y que invita a cumplir la regla de oro, no dejar rastro de nuestro paso por este lugar. La bajada hacia Olazti es sinuosa, con abundantes curvas de herradura y carretera estrecha. Altsasu nos espera, para ofrecernos un generoso trago de fresca agua e indicarnos el camino hacia Etxegarate.
La autovía ha hecho que la antigua N-1 quede libre para el uso y disfrute de los ciclistas. Antes era muy peligroso circular por esta vía por el intenso tráfico. Ahora, circulan poco más que los camiones de la cantera. Tomaremos el desvio a la izquierda para continuar ascendiendo pero esta vez Otzaurte. Puerta de entrada al recientemente declarado parque natural de Aizkorri. La bajada nos conducirá a Zegama y siguiendo la vía llegaremos a Segura (podemos optar por continuar por la variante y no subir a su casco antiguo) con sus calles estrechas y sus edificios religiosos.
Si todavía tenemos ganas y tiempo podemos dar una vuelta por Idiazabal, en caso contrario, continuar rumbo a Beasain punto de llegada de esta ruta que aúna colorismo, diversidad y escalada.
Cambiamos de rumbo, Gipuzkoa y Nafarroa unidas en esta ruta. Una de las que más ilusión me hacen porque ninguna vez es igual a la anterior.
Salimos de Beasain con dirección Lazkao, resulta interesante pasar por el pueblo para ver su parte antigua y el monumento homenaje a Lazkao Txiki (bertsolari). Desde que salimos del pueblo la carretera va picando hacia arriba. Cruzar todo Ataun nos va a llevar un buen rato, al menos el entorno es agradable, y será al cruzar el puente cuando comience la ascención al puerto de Lizarrusti. Robles y hayas, castaños y cómo no fresnos nos darán sombra en la zigzagueante subida. Si coincide con la temporada, encontraremos muchos seteros por el camino y podremos ver saltos de agua y regatas que encauzan las salvajes aguas.
En el alto, se sitúa el centro de interpretación del parque natural de Enerio-Aralar, referencia para guiarse en varias de las rutas. Después de una breve bajada comienzan las rectas que nos llevarán hasta Etxarri-Aranatz desde donde disfrutaremos de una vista singular de San Donato (Beriain) y a su derecha la subida que ahora nos espera, el puerto de Lizarraga.
Al tratarse de un paso único, se encuentra bastante tráfico en sus rampas (tanto pesado como ligero). Por tanto, conviene elegir muy bien el día para realizar la ruta. La sorpresa nos espera en su parte alta, un tunel escavado en la roca que carece de iluminación artificial. Eso no es todo, al final de tunel, donde la luz nos llama entraremos en la sierra de Urbasa-Andia. Estamos a más de mil mentros de altitud y descubrimos un altiplano que desde abajo ni se llega a imaginar. Ahora, lo bordearemos para volver a él en su entrada occidental. El descenso hasta Lizarra (Estella) es fácil, hasta cuenta con un repecho en Abarzuza de esos que no puntúan pero que sí notan las piernas.
Tomaremos rumbo hacia Urbasa; el terreno de transición se hace un poco pesado hasta llegar a Zudaire punto en el que arranca la subida al puerto. Debemos haber comido y bebido anteriormente, hay que ser conscientes de que la subida puede resultar dura si no hemos hecho bien los deberes. Casi hasta llegar al alto no encontraremos ninguna fuente por lo que deberemos llevar agua antes de comenzar la ascensión. Cuando crucemos el primer paso canadiense entraremos en otro mundo. Urbasa es majestuoso, rico en ganado, bosques y conservación. Una recomendación, si tenéis en qué llevarlo comprar un queso (en caso contrario, deteneros para llevarlo puesto), el queso de oveja latxa de Urbasa es sublime y más si lo degustamos in situ. Los jóvenes que regentan el bar que se encuentra a mitad de camino entre puertas son de trato agradable y gustosamente os atenderán.
Cerca de la salida se encuentra el camping, integrado en el paisaje y difícilmente visible desde otro punto de la sierra. Un entorno de pastoreo de temporada, de montañeros, de campistas, de turistas y de amantes de la naturaleza. Digno de visitar y que invita a cumplir la regla de oro, no dejar rastro de nuestro paso por este lugar. La bajada hacia Olazti es sinuosa, con abundantes curvas de herradura y carretera estrecha. Altsasu nos espera, para ofrecernos un generoso trago de fresca agua e indicarnos el camino hacia Etxegarate.
La autovía ha hecho que la antigua N-1 quede libre para el uso y disfrute de los ciclistas. Antes era muy peligroso circular por esta vía por el intenso tráfico. Ahora, circulan poco más que los camiones de la cantera. Tomaremos el desvio a la izquierda para continuar ascendiendo pero esta vez Otzaurte. Puerta de entrada al recientemente declarado parque natural de Aizkorri. La bajada nos conducirá a Zegama y siguiendo la vía llegaremos a Segura (podemos optar por continuar por la variante y no subir a su casco antiguo) con sus calles estrechas y sus edificios religiosos.
Si todavía tenemos ganas y tiempo podemos dar una vuelta por Idiazabal, en caso contrario, continuar rumbo a Beasain punto de llegada de esta ruta que aúna colorismo, diversidad y escalada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario