domingo, 13 de julio de 2008

Entrada a deshoras

Estoy escuchando 30 seconds to Mars, grupo al que le dedicaré un post "próximamente",

["coming soon", otra creatividad mal empleada. Todos sabemos que es sinónimo de expectación y sin embargo nos comportamos como el perrito que observa la pelotita en la mano de su dueño esperando a que la lance; el amo que siente el poder y el perro que experimenta la ansiedad. El primero sabe cuándo y qué va a hacer, el segundo... El viernes se puso a la venta el SiPhone 3G -léase sifón 3G- con una expectación desorbitada -los de MobuzzTV estuvieron de monográfico tres programas, que tiene sentido, pero de ahí a todos los medios de comunicación...- y me hace plantearme tres preguntas: con la mala cobertura 3G que hay en el país ¿dónde queda la movilidad?, si no ha despertado el interés de los japoneses ¿nos estarán vendiendo como innovación algo perteneciente al anterior lustro?, el número de early-adopters del país con dinero para costearse un "all media work&fun" es muy pequeño ¿le acabará sucediendo como a otros y terminará por imponerse en uso su función secundaria (realizar llamadas de teléfono)?]

aunque no debería anunciarlo porque en los tiempos que corren esta práctica no goza de prestigio. Es lo que ocurre cuando escribes a deshoras.

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