sábado, 28 de marzo de 2009

Mi reloj tiene conciencia

Esta mañana recibí un tic tac de mi reloj. Optaba por la desobediencia civil y se oponía al cambio horario que se va a perpetrar dentro de escasas horas. Considera que los ciudadanos de este país hemos optado por el bueyismo democrático y que se ha demostrado que no es solución a los problemas y mucho menos contribuye al incremento de oportunidades individuales de progreso. Admite que la concepción del tiempo y su regulación tienen lagunas métricas pero acepta el consenso universal de ellas para el correcto devenir de los acontecimientos. A su vez, siente cómo su labor es utilizada de manera egoísta por las personas llegando incluso a responsabilizarle a él de la impuntualidad de estas. Sostiene que debemos acogernos al uso horario que nos corresponde como hace el resto del mundo y que en esta época de conversaciones discontinuas queda sin argumentos válidos la aseveración que llevó en el pasado a adoptar el uso horario de Berlín. Concluye su tic tac con el compromiso de realizar, el último domingo de octubre, el retraso horario. Tomando, por fin, el uso horario que nos corresponde geográficamente.

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Bueyismo democrático: hace referencia a una sociedad democrática que funciona alienada, sin conciencia individual y que opta por dejar que otros tomen decisiones por ella. No cuestiona los motivos de una orden y hace lo que la mayoría amparándose en una absurda verdad universal emanada de los estamentos sin un criterio racional que la sustente. Cuando no tiene o ve que se retrasa algo solo "muge" sin pasar a la acción y probar suerte intentando buscar una solución por si misma. Conviene recordar que los bueyes no pueden tener descendencia y, por tanto, una sociedad de este tipo camina hacia su extinción.

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