La semana pasada conocimos la noticia de cómo unos delfines habían evitado el abordaje de un flete de bandera China en el estrecho de Malaca. Es una de las zonas estratégicas del mundo en cuanto a tráfico de mercancías y junto con el Golfo de Adén, de plena actualidad por los abundantes ataques piratas. Debemos recordar que más de las tres cuartas partes del comercio mundial se hace por mar y asegurar las rutas de transporte marítimo resulta primordial.
Los piratas del Caribe y los corsarios del Imperio han quedado para novelas y películas. Ahora los que actúan son otro tipos de asaltantes y emplean en sus operaciones todo el abanico de tecnologías que se conocen para preparar sus emboscadas y controlar el rumbo de sus objetivos. ¿Qué motiva a estas personas a llevar una vida de piratas?
No tengo la respuesta, pero haré una breve aproximación.
En primer lugar, unos treinta países concentran el 85% del PIB mundial (recordad que en el mundo hay 245 entidades consideradas como país -Pareto ya no se cumple-). Utilizando como datos base los recogidos en indexmundi se observa que Europa y Asia aportan 18 países cada uno al top 50, 9 América, 4 África y 1 Oceanía. Que esos 50 países aglutinan el 92,4% del PIB mundial, los 40 primeros el 89%, el top 30 recoge el 84,2%, el top 20 el 77,1%, los diez primeros el 62,4%. Es decir que la segunda decena aporta un 14,7%, la tercera un 7,1%, la cuarta un 4,7% y la quinta un 3,5%. Da qué pensar.
El 80,8% de la población mundial reside en esos 50 países. 66 países concentran, prácticamente, al 90% de la población del mundo. Y los 20 primeros países por población contribuyen con el 81%. En este top 20 encontramos dos de los países con menor PIB , Etiopía y R.D. Congo, cuya población representa el 2,5% del total.
Si existiese un reparto razonable de dicha riqueza (92,4% del PIB entre el 80,8% de la población) restaría un 19,2% de población (unos 1.300 millones de pobres). Pero como se puede apreciar en el mapa de la izquierda, la realidad dista mucho de ese supuesto y vemos cómo el porcentaje de población bajo el nivel de pobreza se mueve entre el 86% y el 18% de la población de esos 100 países (de los países que se tienen este tipo de datos). Entre estos países encontramos dos tipos (aquellos ricos en recursos naturales y los que forman parte del top 50 en PIB). Los primeros observan como sus recursos naturales son explotados por otros países sin contraprestación reseñable para estos y en los segundos la frustración propia de vivir en un país rico y no disponer del mínimo común en el resto de la población.
Ante estas tensiones surgen varios tipos de comportamiento: el pillaje, ya sea con violencia o al descuido; la pérdida de identidad y sometimiento, ante la falta del mínimo vital la persona se convierte en mercancía y le resulta prácticamente imposible salir de ello ya que se ve imposibilitado para cultivar su mente; la rebelión, aprovechada por terceros países para su propio beneficio o por sectores de la población con aspiraciones megalómanas; y la apatía, cuando esperan la llegada de su fin.
Que cada quien saque sus propias conclusiones.
Los piratas del Caribe y los corsarios del Imperio han quedado para novelas y películas. Ahora los que actúan son otro tipos de asaltantes y emplean en sus operaciones todo el abanico de tecnologías que se conocen para preparar sus emboscadas y controlar el rumbo de sus objetivos. ¿Qué motiva a estas personas a llevar una vida de piratas?
No tengo la respuesta, pero haré una breve aproximación.
En primer lugar, unos treinta países concentran el 85% del PIB mundial (recordad que en el mundo hay 245 entidades consideradas como país -Pareto ya no se cumple-). Utilizando como datos base los recogidos en indexmundi se observa que Europa y Asia aportan 18 países cada uno al top 50, 9 América, 4 África y 1 Oceanía. Que esos 50 países aglutinan el 92,4% del PIB mundial, los 40 primeros el 89%, el top 30 recoge el 84,2%, el top 20 el 77,1%, los diez primeros el 62,4%. Es decir que la segunda decena aporta un 14,7%, la tercera un 7,1%, la cuarta un 4,7% y la quinta un 3,5%. Da qué pensar.
El 80,8% de la población mundial reside en esos 50 países. 66 países concentran, prácticamente, al 90% de la población del mundo. Y los 20 primeros países por población contribuyen con el 81%. En este top 20 encontramos dos de los países con menor PIB , Etiopía y R.D. Congo, cuya población representa el 2,5% del total.
Si existiese un reparto razonable de dicha riqueza (92,4% del PIB entre el 80,8% de la población) restaría un 19,2% de población (unos 1.300 millones de pobres). Pero como se puede apreciar en el mapa de la izquierda, la realidad dista mucho de ese supuesto y vemos cómo el porcentaje de población bajo el nivel de pobreza se mueve entre el 86% y el 18% de la población de esos 100 países (de los países que se tienen este tipo de datos). Entre estos países encontramos dos tipos (aquellos ricos en recursos naturales y los que forman parte del top 50 en PIB). Los primeros observan como sus recursos naturales son explotados por otros países sin contraprestación reseñable para estos y en los segundos la frustración propia de vivir en un país rico y no disponer del mínimo común en el resto de la población.
Ante estas tensiones surgen varios tipos de comportamiento: el pillaje, ya sea con violencia o al descuido; la pérdida de identidad y sometimiento, ante la falta del mínimo vital la persona se convierte en mercancía y le resulta prácticamente imposible salir de ello ya que se ve imposibilitado para cultivar su mente; la rebelión, aprovechada por terceros países para su propio beneficio o por sectores de la población con aspiraciones megalómanas; y la apatía, cuando esperan la llegada de su fin.
Que cada quien saque sus propias conclusiones.
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