Música, hasta aquí hemos llegado

Cuando en Flyper Digital se decidió encender el faro de la música se hizo con la ingenua voluntad de compartir la cultura musical. Mostrar diferentes estilos de plasmar melodías y canciones e intentar dar a probar de ellos, para que aquellos que se pasaran tuvieran la oportunidad de valorar si eran de su agrado.

Pero llega el día en el que no queremos seguir soportando los avisos y las malas maneras de la industria musical, de aquellos que imponen leyes caducas y de los que sin evaluar los hechos las ejecutan sin pensar en las consecuencias.

Nosotros no comerciamos con la música, ni obtenemos ningún rédito hablando de ella. Los únicos que se beneficiaban de nuestros escritos eran aquellos que nos han quitado la ilusión por seguir con ellos. Dos ejemplos:

En Youtube, recibimos un aviso promovido por W4RN3R BR0S. Records por el que se nos silenciaba un vídeo nuestro por emplear un fragmento de una canción de Metallica en el mismo (habiendo citado en los créditos los diferentes autores de las canciones empleadas en la banda sonora).

El último, y desencadenante de esta decisión, sucedió así: estaba disfrutando de un concierto en un teatro sobre el que se iba a publicar aquí un excelente artículo. Para acompañar al mismo osé intentar sacar una foto sin flash (no como llevaba haciendo una persona sentada cerca de mi durante todo el concierto) cuando recibo la recriminación por parte de un responsable de la sala, que me recuerda los avisos que se habían dado antes del comienzo del espectáculo. Ni saqué la foto y ni tan siquiera traté de explicar el por qué de mi intento fallido. Lo primero que me vino a la mente fue la ley anti-tabaco que prohíbe fumar dentro de los teatros (cosa que hizo la artista al comienzo de su función).

Estas y otras vicisitudes me hicieron plantear dos cuestiones: ¿por qué les tengo que hacer publicity si ellos no son capaces de valorarla? ¿Para qué continuar avivando la llama de este faro?

Damas y caballeros: el faro de la música se apaga hoy pero la música seguirá sonando en su interior.