sábado, 7 de noviembre de 2009

Hermes was Over Capacity

El portal para distribuidores Movistar ha sufrido en las últimas 36 horas su más sonada incidencia. El sistema se cayó, imposibilitando cualquier tipo de gestión a las tiendas y al propio servicio Movistar. Todas las peticiones eran devueltas para mayor desespero de las distribuidoras e irritación de los clientes. Un momento de la verdad al que la gran multinacional no supo encontrar otra respuesta salvo la de "diga a su cliente que se pase el lunes".

El nombre del programa es Hermes
¹, curiosa elección ya que es el dios olímpico de las fronteras y los viajeros que las cruzan, de los pastores, los oradores y el ingenio, de los literatos y poetas, del atletismo, de los pesos y medidas, de los inventos y el comercio en general, de la astucia de los ladrones y los mentirosos (elija el que más se asemeje a su visión de la compañía).

Es probable que Vodafone haya sufrido una incidencia similar.

Los motivos:

La alarma social promovida desde el Ministerio de Interior que instaba a todas aquellas personas que tuviesen una SIM card sin identificar a que lo hiciesen antes del 9 de noviembre de 2009 y que, en caso de no hacerlo, se anularía dicha línea telefónica asociada a esa tarjeta.

4.000.000 de SIM card sin identificar a falta de 3 días hábiles para la fecha límite. Si aún abundan las pesetas después de más de 7 años de su suplantación por el Euro ¿cómo no iba a suceder algo parecido ahora? Pese a haber tenido prácticamente dos años para registrar las tarjetas la costumbre de dejar todo para el último momento pudo más. A estos cuatro millones hay que descontar aquellas adquiridas por visitantes esporádicos, las extraviadas, las clonadas y las que han sido víctimas del efecto perro abandonado.

La falta de previsión por parte de los estamentos y las propias operadoras. Los estamentos tienen la fea costumbre de actuar a posteriori (y la gente lo sabe), esta mañana el ministro de Interior anunció la prórroga para identificarse. Las operadoras, por su parte, podrían haber instado a aquellos clientes que aún no tuviesen registradas sus tarjetas a que lo hicieran cuando acudían a realizar una recarga.

¿Quién se beneficia? Las operadoras: primero porque se quedan con todo el dinero que tenían asociado las tarjetas prepago y segundo porque con la moratoria el cliente que vaya a registrar su SIM card desconectada deberá hacer una recarga.

Con razón escogieron a Hermes.

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