Linda emperatriz de fantasía
tómeme tiernamente de la mano,
lléveme de este mundo tan vano
lejos, donde surge la poesía.
Ilumine mi afligido corazón,
caliente mi espíritu gélido,
sustente mi cuerpo molido
y sacie mi sed de pasión.
Más si la campana deja de tañir
será seña del fin de travesía
y pronto espere verme sonreír.
Linda emperatriz de fantasía
ruego escuche este mi sentir
pues de vos no hago apostasía.