Son historias desconocidas por la opinión pública pero bien recordadas por las miles de familias que las vivieron. En aquella época (las décadas de los 50 y 60) estas personas abandonaron su tierra para buscar un trabajo y labrarse un futuro en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao. Dejando atrás sus familias, esperanzadas con poder recibir algún giro o paquete desde la ciudad que contribuyera a complementar sus escasas rentas, o bien llevándolas consigo para afrontar juntos ese incierto futuro.
"Repatriados internos" que bajo la denominación de mendigos eran confinados y posteriormente devueltos a su pueblo de origen por no disponer de un puesto de trabajo en destino antes, si quiera, de saber si llegarían y en qué sector podrían vender su trabajo.
Estas historias se repiten en nuestros días aunque hayan cambiado los actores y el escenario se vista de lindos colores. Seamos consecuentes y mantengamos activo el espíritu crítico ante posturas oficialistas porque ya es hora de rebelarse ante estas y otras prácticas.
"Repatriados internos" que bajo la denominación de mendigos eran confinados y posteriormente devueltos a su pueblo de origen por no disponer de un puesto de trabajo en destino antes, si quiera, de saber si llegarían y en qué sector podrían vender su trabajo.
Estas historias se repiten en nuestros días aunque hayan cambiado los actores y el escenario se vista de lindos colores. Seamos consecuentes y mantengamos activo el espíritu crítico ante posturas oficialistas porque ya es hora de rebelarse ante estas y otras prácticas.
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