El método de medición del tiempo es un sistema arbitrario admitido por la práctica totalidad de los humanos. Tiene cierta relación con los bioritmos y la luz del Sol. Hasta aquí todo normal.
El problema surge cuando ese sistema arbitrario se altera caprichosamente. Y se les otorgan bondades ficticias a esas alteraciones, enmascarando los verdaderos problemas de fondo aparejados a la vida fraccionada en horas y la distribución de actividades en dichas fracciones.
Por todo esto y más seguimos reivindicando la supresión del horario de verano o, en su defecto y transitoriamente, el paso a UTC +0. Y la puesta en marcha de verdaderos programas de conciliación familiar.
El problema surge cuando ese sistema arbitrario se altera caprichosamente. Y se les otorgan bondades ficticias a esas alteraciones, enmascarando los verdaderos problemas de fondo aparejados a la vida fraccionada en horas y la distribución de actividades en dichas fracciones.
Por todo esto y más seguimos reivindicando la supresión del horario de verano o, en su defecto y transitoriamente, el paso a UTC +0. Y la puesta en marcha de verdaderos programas de conciliación familiar.
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