domingo, 25 de octubre de 2009

Dejemos de mover las manecillas del reloj

El método de medición del tiempo es un sistema arbitrario admitido por la práctica totalidad de los humanos. Tiene cierta relación con los bioritmos y la luz del Sol. Hasta aquí todo normal.

El problema surge cuando ese sistema arbitrario se altera caprichosamente. Y se les otorgan bondades ficticias a esas alteraciones, enmascarando los verdaderos problemas de fondo aparejados a la vida fraccionada en horas y la distribución de actividades en dichas fracciones.

Por todo esto y más seguimos reivindicando la supresión del horario de verano o, en su defecto y transitoriamente, el paso a UTC +0. Y la puesta en marcha de verdaderos programas de conciliación familiar.

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