De El Caserío ¿me fío?

El año pasado se anunciaba el cierre de la línea de fabricación de los quesitos El Caserío. 75 años después de que D. Pedro Montañés de Villalonga iniciase la elaboración de estas porciones basadas en el queso artesanal elaborado en las fincas ganaderas de Menorca, Kraft Foods decidía llevarse la producción.

Una decisión estratégica que terminaba con la esencia de un producto y que ahora que ya se han dejado de distribuir las cajas elaboradas en Menorca acaba a su vez con décadas de imagen de marca.




¿Qué están haciendo las marcas? El mensaje que transmiten no es coherente con sus acciones. En este caso dicen que es el auténtico queso en porciones de Menorca, el de toda la vida, y siguen con la cantinela "de El Caserío me fío". Pero si le damos la vuelta a la caja vemos que ya no pone ni ES ni PM, en su lugar aparece BE y FR.

Sí, pero el consumidor es inteligente y se dará cuenta del cambio. Entonces, decidirá si prueba el nuevo producto o busca otro. Mentira, el consumidor verá el mismo packaging en el lineal, como mucho le dará la vuelta para comprobar la fecha de caducidad y lo meterá en su carro.

Porque si al consumidor le llegan a decir: estimados clientes a partir de 2010 sus quesitos El Caserío serán otros, mantendrán los estándares de calidad pero estos vendrán de Bélgica. Pondrían el grito en el cielo y llegarían a plantearse: ¿serán buenos estos quesitos?

Se están jugando el prestigio de marca por un punto porcentual derivado de la coyuntura. Pero quizá sea poco acertado mi planteamiento, seguro que han tenido en cuenta estos factores a la hora de tomar la decisión. ¿Qué es más importante el producto o la marca? En Kraft Foods han apostado por la marca, da igual el producto que respalde.

Nosotros apostamos por el producto y debe ser este el origen de todo lo demás.