viernes, 22 de febrero de 2008

13 SERVIDORES PARA DOMINARNOS...

y sumirnos en las tinieblas. Parafraseando a Tolkien toda la red de redes está cimentada en ese número de servidores a nivel mundial, que no es por mentar a Murphy pero...

Conexión Wi-Fi sí pero los cables transoceánicos cumplen una labor fundamental. Tendidos allá por finales del XIX para conectar, vía telégrafo, el Nuevo Mundo con la vieja Europa estas redes se fueron agrandando con más y más aplicaciones hasta que en nuestros días permiten la omnipresencia virtual en todo el mundo conectado.

ADSL muy bien, ancho de banda perfecto pero esto promueve que el peso de los archivos (videos sobretodo) esté reduciendo la velocidad de conexión. Llegará el día que se cree la brigada de limpieza en Internet y nos llegará a casa el tributo correspondiente para su conservación. Surgirán grupos estilo "mantén la red limpia", "por una red sostenible", "protege Internet para las futuras generaciones". Todo se verá si la conexión no se interrumpe (actualización del refrán, todo se andará si el palo no se rompe).

La cantidad de información que posee la red es brutal, tanta que parece absurdo intentar tener hoy en día HD megalíticos para contener todo lo que nos interese. Para qué lo voy a almacenar si lo tengo a un click de distancia. ¿A caso en el siglo XX comprábamos todos los libros? No, acudíamos a la biblioteca para leer lo que nos interesaba y lo dejábamos allí para que otros pudieran hacer lo propio. El disco duro virtual está ganando presencia y si ha esto unimos la información que tenemos almacenada en cuentas de correo, fotologs, videoblogs, blogs, redes sociales y demás plataformas estaremos de acuerdo que la cultura del acaparamiento está en horas bajas.

La interconectividad de los dispositivos unida al hecho de que conocemos dónde se encuentra la información o dónde podemos averiguar su paradero nos permite afrontar las temidas limpiezas de trasteros con mayor optimismo.

Todo esto me invita a plantear una pregunta, ¿la Web 2.0 es la confianza? Veamos:

Encendemos el computador, ya no oímos aquella "melodía" del móden pero confiamos en tener conexión. Entramos en Gmail y confiamos en que nuestros correos se encuentran ahí. Publicamos entradas y confiamos que van a estar ahí. Hacemos un virtual backup y confiamos que va a estar ahí. Realizamos una búsqueda en Google y confiamos en que vamos a tener suerte. Consultamos Wikipedia y confiamos en que lo que está escrito es verdad. Navegamos por Webs de comparativas de productos y confiamos en la opinión de desconocidos. Llegan noticias a los Newsroom y se confía en su veracidad. Interactuamos con personas que no conocemos en persona y confiamos que hablamos con alguien conocido.

Que cada uno saque sus propias conclusiones.

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